Una mujer con infección por el VIH puede transmitir el VIH a su hijo durante el embarazo, el parto o la lactancia materna. El tratamiento de la infección puede reducir considerablemente la probabilidad de transmisión.

Se recomienda el tratamiento antirretroviral (TAR) de por vida para todos los adultos y niños desde el momento en que se detecta la presencia de VIH. Una mujer que haya comenzado el TAR antes del embarazo o cuando se haya hecho una prueba de detección del VIH durante el embarazo reduce enormemente la probabilidad de que el hijo contraiga la infección en el útero o durante el parto. El TAR para la madre también disminuye considerablemente la probabilidad de transmitir el VIH a su hijo a través de la leche materna.

Además, los recién nacidos de madres con infección por el VIH deben recibir 2 medicamentos antirretrovirales (ARV) durante las 6 primeras semanas de vida. Esto disminuye aún más la probabilidad de transmisión del VIH de la madre al hijo en el periodo posnatal.

¿Cómo puede el proveedor de planificación familiar ayudar a prevenir la transmisión maternoinfantil del VIH?

  • Ayude a las mujeres—y a los hombres—a evitar la infección por el VIH (véase Infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por el VIH, Cómo evitar las infecciones de transmisión sexual).
  • Prevenga los embarazos no deseados: Ayude a la mujer que no desea tener hijos a elegir un método anticonceptivo que pueda utilizar de manera efectiva.
  • Ofrezca pruebas de detección y asesoramiento sobre el VIH: En todos los entornos, ofrezca asesoramiento y pruebas de detección en centros de planificación familiar a todas las embarazadas y a las parejas de mujeres con infección por el VIH. En los lugares donde el VIH es común, ofrezca las pruebas de detección a todas las mujeres. Las pruebas en los centros de planificación familiar pueden ser útiles porque el estado con respecto a la infección por el VIH de una mujer puede afectar a su elección de un método de planificación familiar. Si no es posible hacer la prueba de detección en los centros de planificación familiar, derive a los usuarios u ofrézcales la posibilidad de hacerse la prueba ellos mismos para que puedan conocer su estado respecto a la infección por el VIH.
  • Derive a la mujer para la prevención de la transmisión del VIH: Derive a la mujer con infección por el VIH que esté embarazada o quiera quedarse embarazada a servicios de prevención de la transmisión maternoinfantil del VIH, si están disponibles. Si una pareja quiere tener un hijo y uno de los miembros de la pareja tiene una infección por el VIH y el otro no, pueden adoptar medidas para reducir la probabilidad de transmitir el VIH cuando intenten concebir (véase Infecciones de transmisión sexual, incluida la infección por el VIH, Una concepción más segura para las parejas serodiscordantes respecto al VIH).
  • Promueva y apoye la alimentación apropiada para el lactante: En cada país, las autoridades nacionales deciden cuál de las dos prácticas de alimentación de los lactantes debe promoverse entre las embarazadas y las madres con infección por el VIH; estas prácticas deben ser apoyadas por todos los establecimientos de salud. Estas dos prácticas son: 1) la lactancia materna mientras las madres reciben TAR o 2) la evitación absoluta de la lactancia materna (mientras las madres siguen recibiendo TAR). Los países deciden qué práctica hará que más niños sobrevivan sin contraer la infección por el VIH, dependiendo de las condiciones del país.
  • Cuando las autoridades nacionales hayan decidido promover y apoyar la lactancia materna y el TAR para las mujeres con infección por el VIH:
    • Recomiende a todas las mujeres, incluidas las mujeres con infección por el VIH, la lactancia materna y, sobre todo, la lactancia materna temprana y plenamente exclusiva, ya que es la mejor manera de promover la supervivencia del hijo.
    • Las madres con infección por el VIH y sus bebés deben recibir TAR apropiado, y las madres deben alimentar a sus hijos con lactancia natural exclusiva plena durante los 6 primeros meses de vida, y entonces introducir los alimentos complementarios apropiados y seguir amamantando al bebé. Todos los niños necesitan alimentos complementarios a partir de los 6 meses de edad.
    • Las madres con infección por el VIH deben amamantar durante al menos 12 meses y pueden seguir haciéndolo hasta 24 meses o más (como otras mujeres) mientras reciben apoyo pleno para que sigan tomando el TAR.
    • La lactancia natural debe interrumpirse solo cuando se pueda proporcionar al niño una alimentación nutricionalmente adecuada y segura sin la leche materna.
    • Cuando la madre decida suspender la lactancia natural, debe hacerlo gradualmente, en el plazo de un mes, y el bebé debe recibir alimentos sustitutivos inocuos y adecuados que permitan su crecimiento y desarrollo normales. No se aconseja suspender la lactancia materna repentinamente.
    • Incluso cuando no se dispone de TAR, la lactancia materna (exclusiva plena en los 6 primeros meses de vida y continuada durante los 12 primeros meses de vida) aún podría aumentar la probabilidad de supervivencia de los bebés cuyas madres tienen una infección por el VIH y evitar la infección por el VIH, en comparación con la ausencia de lactancia materna.
    • Si una mujer es temporalmente incapaz de amamantar—por ejemplo, si ella o su hijo están enfermos, si está destetando al bebé o si se ha agotado su suministro de medicamentos ARV—puede extraerse la leche y tratarla térmicamente para destruir el VIH antes de alimentar al bebé. La leche se debe calentar en una olla pequeña hasta que hierva y luego se deja enfriar o se coloca la olla en un recipiente con agua fría. Esta estrategia debe usarse solo a corto plazo, no durante toda la lactancia materna.
    • Las mujeres con infección por el VIH que están amamantando necesitan apoyo para mantener su propio estado de nutrición y mantener los senos saludables. La infección de los conductos lácteos de la mama (mastitis), una acumulación de pus debajo de la piel (absceso de mama) y la existencia de grietas en los pezones aumentan el riesgo de transmisión del VIH. Si ocurre un problema, es importante brindar atención rápida y adecuada (véase Pezones doloridos o agrietados).

Cuando las autoridades nacionales han decidido recomendar que las madres con infección por el VIH deben evitar toda lactancia materna, incluso si se les suministra TAR:

  • Las madres con infección por el VIH deben recibir asesoramiento especializado para asegurarse de que proporcionen alimentos de reemplazo que sean inocuos y adecuados, y que los preparen, conserven y se los den a su hijo de manera segura.
    • Para los lactantes menores de 6 meses, la alternativa recomendada a la lactancia materna es una leche maternizada infantil comercial, siempre y cuando se cumplan en el hogar las condiciones que se describen a continuación. No se recomienda la leche animal modificada en el hogar como alimento de reemplazo en los 6 primeros meses de vida.
  • Para los lactantes mayores de 6 meses, las alternativas a la lactancia materna son:
    • Leche maternizada infantil comercial, siempre que se cumplan las condiciones del hogar que se señalan en la página siguiente.
    • Leche animal (hervida en el caso de los lactantes menores de 12 meses), como parte de una alimentación que proporcione los nutrientes adecuados. Los niños deben recibir alimentos, incluidos alimentos lácteos, otros alimentos, y una combinación de alimentos lácteos y otros alimentos, 4 o 5 veces al día.
  • Todos los niños necesitan alimentos complementarios a partir de los 6 meses de edad.
  • Las madres con infección por el VIH deben considerar la alimentación de reemplazo solo si se cumplen todas las condiciones que se indican a continuación:
    • se dispone de agua potable y saneamiento en el hogar y la comunidad; y
    • se puede confiar en que la madre o la persona encargada de cuidar al bebé pueden proporcionarle, de manera fiable, suficiente leche maternizada para apoyar el crecimiento y el desarrollo normal del lactante; y
    • la madre o la persona encargada de cuidar al bebé pueden preparar la leche maternizada con la suficiente limpieza y frecuencia para que sea suficientemente segura y conlleve un riesgo bajo de diarrea y desnutrición; y
    • la madre o la persona encargada de cuidar al bebé pueden proporcionar la alimentación de reemplazo exclusivamente en los 6 primeros meses; y
    • la familia apoya esta práctica; y
    • la madre o la persona encargada de cuidar al bebé puede obtener servicios de salud infantil integrales.
  • Si se sabe que el lactante o el niño pequeño tiene una infección por el VIH, se debe recomendar enfáticamente a la madre que lo alimente con lactancia materna exclusiva plena durante los 6 primeros meses de vida y que siga amamantándolo hasta que cumpla 2 años o incluso más.