Los proveedores de servicios de planificación familiar pueden hablar con los usuarios de ambos sexos acerca de cómo protegerse tanto de las ITS y la infección por el VIH como del embarazo (protección doble).

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Elección de una estrategia de protección doble

Cada usuaria o usuario de la planificación familiar debe pensar en la prevención de las ITS, incluida la infección por el VIH, incluso si se trata de personas que suponen que no corren ningún riesgo. El proveedor puede analizar con los usuarios y las usuarias el tipo de situaciones que aumentan el riesgo de ITS, incluida la infección por el VIH (véase ¿Quién está en riesgo?), de modo que puedan entonces preguntarse si esas situaciones de riesgo se presentan en su propia vida. Si es así, pueden considerar 5 estrategias de protección doble.

Una persona podría utilizar diferentes estrategias en distintas situaciones; una pareja podría usar diferentes estrategias en distintos momentos. La mejor estrategia es la que una persona puede aplicar efectivamente en la situación en la que se encuentra (La protección doble no significa necesaria y exclusivamente el uso de preservativos junto con otro método de planificación familiar).

Estrategia 1: Usar correctamente el preservativo masculino o femenino en cada acto sexual.

  • Es un método que ayuda a proteger contra el embarazo, las ITS y la infección por el VIH.
Estrategia 2: Usar sistemática y correctamente los preservativos más otro método de planificación familiar.

  • Agrega protección adicional frente al embarazo en caso de que el preservativo no se utilice o se use incorrectamente.
  • Puede ser una buena opción para las mujeres que quieren estar seguras de evitar el embarazo pero que no siempre pueden contar con que sus parejas usen los preservativos.
Estrategia 3: Si ambos miembros de la pareja tienen la seguridad de no estar infectados, utilizar cualquier método de planificación familiar para prevenir el embarazo y mantener una relación de fidelidad mutua.

  • Muchos usuarios de la planificación familiar pertenecen a este grupo y por lo tanto están protegidos de las ITS, incluida la infección por el VIH.
  • Depende de la comunicación y la confianza entre los miembros de la pareja.
Otras estrategias que no implican el uso de anticonceptivos, son:

 
Estrategia 4: Tener únicamente relaciones sexuales más seguras que eviten el coito o que impidan que el semen y las secreciones vaginales entren en contacto con los genitales de la pareja.

  • Esta estrategia no prevendrá la sífilis, el herpes genital o la infección por el virus del papiloma humano, que se transmiten a través del contacto cutáneo.
  • Depende de la comunicación, la confianza y el autocontrol.
  • Si esta es la estrategia de primera elección de una persona, conviene tener preservativos a mano en el caso de que la pareja tenga relaciones sexuales.
Estrategia 5: Retrasar o evitar la actividad sexual (ya sea evitando las relaciones sexuales en cualquier momento en que puedan resultar arriesgadas o bien absteniéndose durante más tiempo).

  • Si esta es la estrategia de primera elección de una persona, conviene tener preservativos a mano en el caso de que la pareja tenga relaciones sexuales.
  • Esta estrategia siempre es posible si no se tienen preservativos a mano.

Las personas con alto riesgo de contraer la infección por el VIH pueden tomar la profilaxis previa a la exposición (PrEP). Este tratamiento diario con medicamentos antirretrovirales (ARV) orales reduce considerablemente la posibilidad de infección en caso de exposición al VIH. La PrEP puede ser parte de cualquier estrategia de protección doble; puede usarse junto con los preservativos y otro método de planificación familiar. Tomar la PrEP y un anticonceptivo hormonal al mismo tiempo no reduce la efectividad de ninguno de los dos.

Muchos usuarios necesitarán ayuda, apoyo y orientación para lograr que su estrategia de protección doble tenga éxito. Por ejemplo, pueden necesitar ayuda para preparar una conversación con sus parejas acerca de la protección frente a las ITS, aprender a utilizar los preservativos y otros métodos anticonceptivos, así como manejar asuntos prácticos tales como la obtención de suministros y dónde guardarlos. Si usted puede ayudar en tales asuntos, ofrézcase a hacerlo; si no, derive a la usuaria o al usuario a alguien que pueda proporcionarle más asesoramiento o recursos para desarrollar habilidades, tales como la escenificación de situaciones o roles para practicar una negociación sobre el uso del preservativo.